Colorado Strings Guitar Society Newsletter. (FIGS)
Colorado Strings Guitar Society Newsletter. (FIGS)
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Este Primer Festival de Guitarra Clásica de Santiago tuvo lugar desde el 6 al 9 de Boviembre en La Granja, un barrio residencial al sur de la gran expansión urbana alrededor de Santiago, Chile. El Centro Cultural Estacio (sic) Matta es un hermoso oasis en este vecindario suburbano.
Este lugar fue en el pasado una gran piscina olímpica. Durante los turbulentos años 70, el pintor surrealista, políticamente izquierdista, Roberto Matta, pintó un mural en una gran pared de cemento a un costado de la piscina. Al gobierno militar no le gustó la connotación polìtica de esta obra de arte, así que lo cubrió con muchas capas de pintura. En 2006, las capas de pintura fueron meticulosamente removidas, restaurando una dañada pero reconocible versión del original, titulado “El Primer Gol de Pueblo Chileno”(sic). Un gran centro cultural fue erigido y ahora es dirigido por la Corporación Cultural de La Granja.
Este campus, rodeado de jardines, posee un hermoso auditorio, con un gran escenario suficiente para una orquesta, numerosas salas de clases de varios tamaños, alojando todo tipo de programas de arte y una agradable cafetería. Durante nuestro primer paseo a través de este gran edificio vimos numerosas clases de arte en variados estilos de pintura y escultura; clases de música desde un ensayo de gran orquesta a una clase de guitarra de música popular; y una clase de ballet ocupando la gran area del subterráneo.
Este festival de guitarra fue organizado y dirigido por el guitarrista Nicolas Acevedi y el director de orquesta Alvaro O´Ryan. Su objetivo era promover la guitarra clásica a los músicos jóvenes de Santiago y acoger un evento cultural internacional con guitarristas profesionales invitados de Chile, Argentina y Estados Unidos. Además de cuatro conciertos vespertinos, se realizó clases y clases magistrales para guitarristas jóvenes.
Una ceremonia de apertura en la tarde del Jueves 6 de Noviembre marcó el comienzo oficial de este festival aunque los dos guitarristas argentinos y yo (Jim Bosse, de Estados Unidos) habíamos llegado el día anterior para ensayar con la orquesta. Había gente de televisión, radio y prensa en esta bienvenida y ceremonia comunicacional donde fueron anunciados todos los eventos a los presentes; los músicos y los dos directores del festival fueron entrevistados.
Clases magistrales de guitarra fueron realizadas la tarde del Jueves y Viernes. Once guitarristas jóvenes recibieron instrucción individual del virtuoso argentino Federico Nuñez. Muchos de estos estudiantes actúan en un muy alto nivel y todos recibieron guía experta. Federico fue particularmente astuto detectando y resolviendo problemas técnicos. Incluso deficiencias técnicas sutiles en los estudiantes avanzados no escaparon a su análisis crítico.
Conferencias (clases) fueron realizadas en la tarde del Viernes y Sábado. Ambas relacionadas con composiciones guitarrísticas contemporáneas. El maestro Nuñez presentó la clase del Viernes discutiendo técnicas de guitarra contemporánea para los tres libros de estudios del compositor argentino Fernando Maglia.
Yo presenté la clase del Sábado, discutiendo la creación de mi “Shavano Suite”. Expliqué el folclore e historia de Colorado que inspiraron las cuatro piezas, y los varios efectos especiales usados en esta composición. Mi compañero de dúo, Alejandro Dávila, de Argentina, estuvo a mano para ayudar a ejecutar secciones de estos duetos de guitarra para las demostraciones.
Los cuatro conciertos vespertinos fueron los eventos principales del festival. El primer concierto, la noche del Viernes, abrió apropiadamente el festival con una presentación de nuestras “raíces” musicales guitarrísticas. La Pulsata es un conjunto dedicado a presentar música instrumental hispánica para instrumentos de cuerda de el siglo XVII y XVIII. Los integrantes del conjunto (todos de Chile) son Rodrigo Díaz, tocando tiorba; y Alejandro Vera y Cristian Gutiérrez en guitarras barrocas. Cada uno demostró virtuosismo y parecían muy cómodos en las idiosincrasias y temperamentos de sus notoriamente antiguos instrumentos.
El sonido fue exquisito, con un balance perfecto entre las guitarras y la más resonante tiorba, con sus numerosas y ricas cuerdas bajas. La amplificación, necesaria para estos delicados instrumentos en el gran auditorio, fue aplicada perfectamente para que la música fuera oída, dando al auditorio la ilusión de que el sonido venía sólo de los instrumentos y nó del gran grupo de parlantes a cada lado del escenario.
Incluso más impresionante fue su preciso ensamble. Tal capacidad normalmente madura luego de muchos años de sesiones, e incontables horas de ensayo. Supe, conversando con Cristian (quien dirige el conjunto) que sólo había vuelto a Chile luego de sus estudios en Europa cerca de un año antes, de modo que este grupo es impresionantemente joven.
Su programa fue:
I
Santiago de Murcia (1672-1739)
Fandango
Los Impossibles
Gallardas
Ms 1560 (s.XVII)
Passacalles por la E
Folias
Libro de Zifra (c.1800)
La marcha de Nápoles
Gaspar Sanz (1640-c.1710)
Marizápalos
Esfachata y Sarabanda
II
Gaspar Sanz
Jácaras y Passacalles
Canarios
Ms. Sebastián de Aguirre (c.1700)
Pavanas por la D
Libro de Zifra
Dos minuetos
Santiago de Murcia
Folias Españolas
Cumbé
Torneo
Una muy agradable recepción de vino y comida provista por Espacio Matta siguió al concierto, completando el primer día de este festival.
La noche del Viernes el concierto empezó con Duo Lacorde, también de Chile y también conjunto formado sólo hace un año. Los integrantes son Alvaro Carreño en violín y Emmanuel Sowiez en guitarra. Una vez más el sonido fue excelente, sin micrófonos directos. Unos pocos micrófonos ambientales en el escenario reforzaron el sonido en forma indetectable. Lo más impresionante de este conjunto fue el perfecto equilibrio entre el poderoso violín y la dinámicamente desafiada guitarra. Esto fue logrado por el hermosamente delicado sonido que Alvaro fue capaz de presentar, controlando constantemente su volúmen.
Su ensamble fue también impecable y cada integrante mostró virtuosismo y rica musicalidad. Su programa fue muy efectivo. Comenzaron con la deliciosa “Grand Duetto Concertante”, Opus 52 de Mario Giuliani, de la era clásica. Luego vino el estreno mundial de “Cantar de Franklin con Santa Rosa” del compositor chileno Arnaldo Delgado, y dedicada al dúo Lacorde. Su pieza final fue una impresionante presentación de “Night Club 1960” de “La Historia del Tango”, de Astor Piazzolla.
La segunda parte de este concierto fue llevada a cabo por la Orquesta de Guitarras de Chile Isuch, un grupo de once integrantes dirigido por Nicolás Acevedo (uno de los organizadores de este festival). Los integrantes, de varios conservatorios de Santiago, eran: Alex Panes, Zoran Vranjinkan, Tomás Peña, Francisco Salazar, Enzo Risi, Felipe Celada, Victor Castillo, Gonzalo López, Genieve Leitner, Marco Vega, Emanuel Sowicz y Nicolás Acevedo.
Una vez más, juntos por sólo un año, este grupo de jóvenes guitarristas actuó con una madurez musical que contradice su juventud y poco tiempo actuando juntos. Esto, sin duda, el resultado de la competente dirección del maestro Nicolás Acevedo.
Su programa comenzó con “Tres Viejos Aires de Danza Menué”, de Joaquín Rodrigo, arreglado por el concertino del grupo Alex Panes. Alex cambió a una pequeña guitarra más aguda y Genieve ejecutó una guitarra bajo acústica para expandir su rango tonal para la pieza final, “Suite Holberg” opus 40 de Eduard (sic) Grieg. Esta hermosa suite tiene cinco movimientos: “Preloudium, Saraband, Gavotte-Musette, Air y Rigoudon”.
El concierto del Sábado comenzó con otro grupo recientemente formado, el Cuarteto Ecos. Este conjunto consiste en la renombrada maestra Ximena Matamoros y tres de sus discípulos del departamento de música de la Universidad de Chile: Moisés Bobadilla, Benjamín Gonzales y Pablo Muñoz. Como fue la norma en este festival, el virtuosismo fue mostrado por cada integrante con madura musicalidad e impresionante ensamble.
Su programa fue todo música contemporánea pero casi enteramente melódica diatónica con rítmica tradicional, con sólo una pieza final entrando en un campo experimental sólo un poco. Particularmente agradable fue la composición de Ximena en la cual utilizó hermosamente las capacidades de cuatro guitarras para presentar su creación swing de gran banda.
Lo único lamentable fue que los micrófonos directos fueron puestos con mucho volumen y un poco de mucho agudo, transformando el rico sonido de guitarra clásica en un sonido metálico y acentuando los crujidos de las cuerdas. Esto fue sorpresivo, considerando la excepcional acústica de amplificación presentada en las dos noches previas.
Su programa fue:
John Duarte (1919-2002)
English Suite Nº3. Op78
Rufty Tufty
The Cristal Spring
The Black Nag
Ximena Matamoros (n.1958)
Reminiscencias II (Sensación de Swing)
Stepan Rak (n. 1943)
Rumba
Luego vino el virtuoso argentino Federico Nuñez. Luego de observar sus clases magistrales, esperaba un concierto deslumbrante. No fui decepcionado. Desafortunadamente, el excesivo volumen del micrófono directo lo empeoró. Su cálido sonido fue deteriorado casi al límite del acoplamiento. Como me dijo Federico después el concierto, “Los sonidistas fueron mi enemigo”. Además una niña estuvo constantemente hablando fuerte; fue tanto que el director del festival Alvaro subió al escenario después de unas pocas piezas y solicitó silencio en la sala. La intervención de Alvaro mitigó al problema y el sonido fue ajustado más apropiadamente a finales de la tercera pieza de Federico.
De alguna forma Federico mantuvo la concentración a través de estas distracciones.
La ilimitada valentía técnica de Federico, combinada con su interpretación musical madura, resultaron en una presentación muy impresionante. Su programa comenzó con clásicos de guitarra populares, luego pasó a música argentina, yendo desde la música folclórica de Atahualpa Yupanqui a una deslumbrante muestra de virtuosismo con sus piezas de cierre de Alberto Ginastera. “Asombroso” no lo describe adecuadamente, y no puedo encontrar una palabra para describirlo apropiadamente.
Su programa fue:
De la Suite Española Op47, de Isaac Albeniz
Granada
Cádiz
Homenaje a Tarrega. Joaquín Turina
Garrotín
Soleares
Dos valses venezolanos. Antonio Lauro
Vals venezolano Nº2
Carora
De la Suite Homenaje a poetas de Cuyo. Arturo Quinteros
Romances del águila – aire de tonada – Homenaje al poeta Alfredo R. Bufano
Labriego de San Juan – Cueca – Homenaje al poeta de San Juan Antonio de la Torre.
Duende de la Puna – Ritmo de carnavalito – Homenaje al poeta Fausto Burgos
Selección de dos piezas. Abel Fleuri
Cantar de mi pago
Cifra
Selecciòn de dos piezas. Atahualpa Yupanqui
La nadita
La pobrecita – Zamba
Dos tangos.
Sur. Aníbal Troilo (Arreglo A.Arias)
La cumparsita. Gerardo M. Rodriguez. (Arreglo Aníbal Arias)
Seis estudios para guitarra Libro II. Fernando Maglia
Sonata Op47 Alberto Ginastera
Esordio
Scherzo
Canto
Finale
Cuatro integrantes de la Orquesta Sinfónica de La Granja luego se unieron a Federico para cerrar el concierto con una impresionante presentación de “Las Presencias Geromita Linares”, del compositor argentino Carlos Guastavino. El cuarteto de cuerdas estuvo compuesto por:
Denis Bravo (primer violín), Cristina Fell (segundo violín), Ariel Casivar (viola) y Camila Itonores (cello). Ellos actuaron hermosamente mientras Federico, en rápida sucesión, alternaba entre ejecutar su parte en guitarra y dirigir el conjunto.
El concierto final del festival en la noche del Domingo comenzó con Dos Américas, el duo de guitarra integrado por Alejandro Dávila, de Argentina, y yo, de Estados Unidos. Presentamos mi “Shavano Suite”, de cuatro partes: “Angel of Shavano”, “Tie Hacks”, “Hanging Tree” y “Grave of Charlie Reynolds”. Luego tocamos la hermosa “Colección de Otoño” del compositor argentino José Paredes en tres movimientos: “Campanas lunares”, “Vals antiguo” y el brillante final, “Ritual”. Cerramos nuestra presentaciòn de dúo de apertura con dos de mis arreglos de música rock: “Baby Boomer´s Rock n´Roll Nightmare Number 9”, un collage de temas populares de guitarra de los años 60, y “Light my fire” por The Doors y José Feliciano.
Alejandro habló extensamente con el director del festival Alvaro y los sonidistas se dedicaron a nuestro concierto y pasaron bastante tiempo ajustando los niveles de amplificaciòn durante pruebas de sonido previas al concierto. Así, una vez más el sonido fue perfecto, como en los primeros dos conciertos. Nuestras esposas, Nancy y Mónica, quienes son agudas observadoras en este tema, nos informaron esto después. Federico también confirmó sus asertos.
La Orquesta Sinfónica de La Granja luego tomó el escenario para tocar tres movimientos de “Victor Jara Sinfónica” (sic) del compositor chileno Carlos Zamora. Esta obra, homenajeando a este importante músico chileno, consiste en orquestaciones de catorce de las más populares canciones folclóricas de Victor Jara, melodìas muy conocidas para todos en Chile. La tres selecciones presentadas en este concierto fueron “Charagua” (obertura), “La partida” (preludio”, y “El aparecido”. Bajo la competente y exigente (aunque siempre amigable) dirección de Alvaro O´Ryan, esta orquesta tocó hermosamente. Esta colorida pieza incluyó una parte para guitarra y charango, tocada por el hijo de Alvaro, Tomás.
Tomás es un talentoso guitarrista. El había tocado cuatro movimentos de “Suite Indiana” con Federico y con esta orquesta sólo tres semanas antes en un festival en Buenos Aires. Dos Américas había tocado “Suite Indiana” con una orquesta juvenil en Talagante, Chile, unos pocos años antes, también bajo la direcciòn de Alvaro O´Ryan. Así que cuando nuestro dúo regresó al escenario para la presentación final de este festival, sería para nosotros la segunda vez en tocar “Suite Indiana” bajo la batuta del maestro Alvaro.
El compositor argentino Jorge Cardoso creó este hermoso concierto para dos guitarras y orquesta de cuerdas en 1978. Cada uno de los cuatro movimientos presenta la música folclòrica del país de Sud-América que menciona en su título. Ofrece hermosas melodías y maravillosos ritmos indígenas, a menudo presentados por patrones de rasgueo. Los títulos (y ritmos folclòricos) son: “Argentina” (milonga), “Venezuela” (aguinaldo y joropo), “Paraguay” (guarania) y “Brazil” (aires de samba y marcha). Con la fuerza de esta obra maestra, la estelar presentación de esta orquesta, la capacitada conducción del maestro Alvaro, y debo decirlo, nuestra competente ejecuciòn de dúo, fuimos todos recompensados con una ovaciòn de pie por toda la concurrencia, sorpresivamente la única vez que esto ocurrió durante el festival.
Una celebración con vino y comida chilena y argentina siguió al concierto, como hermoso final. Esto sirviò como una oportunidad para nosotros de decir adiós a nuestros muchos nuevos amigos musicales y ofrecer sinceros agradecimientos a los directores del festival Alvaro y Nicolás, por el tremendo esfuerzo que realizaron para lograr el gran éxito de este Primer Festival de Guitarra Clásica de Santiago.
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